miércoles, 15 de mayo de 2013
miércoles, 1 de mayo de 2013
Acompañados siempre...
SILO - 1989 Cuidarnos mutuamente, atender al otro y contar incondicionalmente con el apoyo de ese otro
“Existe algo que es más real, más concreto que una pared de cemento armado: es la intencionalidad del ser humano, es nuestra intencionalidad. Nada más poderoso, nada más digno y más posibilitario y de la que nadie… nadie se puede apropiar.
Estamos viendo el final de un milenio, falta poco tiempo, los valores cretinos se derrumban, y bueno, algún ruido van a hacer, nos vamos a divertir.
Es cierto que nosotros también estamos afectados por esta crisis, porque bueno, somos pasajeros de esta nave espacial, pero también es cierto que estamos más sanos sicológicamente.
Es necesario entonces que nos cuidemos mutuamente, que atendamos al otro y contar incondicionalmente con el apoyo de ese otro. Entonces, cuando me sienta debilitado, preocupado, desestabilizado o temeroso (…esa rara mezcla), sé que no estoy solo, siento una especie de protección, sé positivamente que hay una intención lanzada, un proceso en el cual estoy incluido y eso me acompaña, me dá fuerza y alegría”.
CURACION DEL SUFRIMIENTO (SILO 1969)
Si hoy en dia en la cotidianidad se nos muestra el dolor y sufrimiento en uno mismo y en los demas, es porque estamos en un tema en el que hay que poner atencion. Ya que no estan nuestro y no es tan unico lo que nos pasa. Y a la vez si lo es porque tiene un sabor a uno mismo.
Es tan importante poder superar este estado que quiza si le pusieramos un minimo de atencion podriamos
resolverlo desde raiz y muchas de nuestras creencias cambiarian, cambiarian los tiempos cambiaria nuestro sabor y lo que impregnamos en los demas.
La curacion del sufrimiento dada por Silo en 1969, es tan simple y reconfortante como una sonrisa sin contradiccion despues de haber pasado por una gran historia, y se tamiza de acuerdo a la realidad de uno segun el oido que lo recepcione y el corazon que se dispone.
En psicologia se tiende a psicologizar el dolor y sufrimiento ajeno, es muy facil decirle al otro...lo que tiene que hacer pero siempre entre el otro y uno mismo hay un pequeño margen que una gran teoria siempre quiere llenar, y aparecen mas y mas teorias...pero no diciendo nada nuevo porque estas siguen una direccion una teoria sigue una direccion y cuando esa direccion no tiene al ser humano como valor central y su superacion de su problema de raiz pues podemos seguir teorizando.
En psicologia existen algunas cosas validas si, pero nunca se quiere agrandar mas el panorama,
se quiere que se quede en una especie de terapia cerrada o de un calculo estadistico cerrado no se abre
no se la explica sencillamente porque no conviene al sistema que se abra. Pero ese no es nuestro tema
aqui les expongo una lectura sencilla que nos habla de algo mas. Es la curacion del sufrimiento.
Es tan importante poder superar este estado que quiza si le pusieramos un minimo de atencion podriamos
resolverlo desde raiz y muchas de nuestras creencias cambiarian, cambiarian los tiempos cambiaria nuestro sabor y lo que impregnamos en los demas.
La curacion del sufrimiento dada por Silo en 1969, es tan simple y reconfortante como una sonrisa sin contradiccion despues de haber pasado por una gran historia, y se tamiza de acuerdo a la realidad de uno segun el oido que lo recepcione y el corazon que se dispone.
En psicologia se tiende a psicologizar el dolor y sufrimiento ajeno, es muy facil decirle al otro...lo que tiene que hacer pero siempre entre el otro y uno mismo hay un pequeño margen que una gran teoria siempre quiere llenar, y aparecen mas y mas teorias...pero no diciendo nada nuevo porque estas siguen una direccion una teoria sigue una direccion y cuando esa direccion no tiene al ser humano como valor central y su superacion de su problema de raiz pues podemos seguir teorizando.
En psicologia existen algunas cosas validas si, pero nunca se quiere agrandar mas el panorama,
se quiere que se quede en una especie de terapia cerrada o de un calculo estadistico cerrado no se abre
no se la explica sencillamente porque no conviene al sistema que se abra. Pero ese no es nuestro tema
aqui les expongo una lectura sencilla que nos habla de algo mas. Es la curacion del sufrimiento.
La curación del sufrimiento
Punta de Vacas, Mendoza,
Argentina
4 de mayo de 1969
Si has
venido a escuchar a un hombre de quien se supone se transmite la sabiduría, has
equivocado el camino porque la real sabiduría no se transmite por medio de
libros ni de arengas; la real sabiduría está en el fondo de tu conciencia como
el amor verdadero está en el fondo de tu corazón.
Si has
venido empujado por los calumniadores y los hipócritas a escuchar a este hombre
a fin de que lo que escuchas te sirva luego como argumento en contra de él, has
equivocado el camino porque este hombre no está aquí para pedirte nada, ni para
usarte, porque no te necesita.
Escuchas a
un hombre desconocedor de las leyes que rigen el Universo, desconocedor de las
leyes de la Historia, ignorante de las relaciones que rigen a los pueblos. Este
hombre se dirige a tu conciencia a mucha distancia de las ciudades y de sus
enfermas ambiciones. Allí en las ciudades, donde cada día es un afán truncado
por la muerte, donde al amor sucede el odio, donde al perdón sucede la
venganza; allí en las ciudades de los hombres ricos y pobres; allí en los
inmensos campos de los hombres, se ha posado un manto de sufrimiento y de
tristeza.
Sufres
cuando el dolor muerde tu cuerpo. Sufres cuando el hambre se apodera de tu
cuerpo. Pero no solo sufres por el dolor inmediato de tu cuerpo, por el hambre
de tu cuerpo. Sufres, también, por las consecuencias de las enfermedades de tu
cuerpo.
Debes
distinguir dos tipos de sufrimiento. Hay un sufrimiento que se produce en tí
merced a la enfermedad (y ese sufrimiento puede retroceder gracias al avance de
la ciencia, así como el hambre puede retroceder pero gracias al imperio de la
justicia). Hay otro tipo de sufrimiento que no depende de la enfermedad de tu
cuerpo sino que deriva de ella: si estás impedido, si no puedes ver o si no
oyes, sufres; pero aunque este sufrimiento derive del cuerpo o de las
enfermedades de tu cuerpo, tal sufrimiento es de tu mente.
Hay un tipo
de sufrimiento que no puede retroceder frente al avance de la ciencia ni frente
al avance de la justicia. Ese tipo de sufrimiento, que es estrictamente de tu
mente, retrocede frente a la fe, frente a la alegría de vivir, frente al amor.
Debes saber que este sufrimiento está siempre basado en la violencia que hay en
tu propia conciencia. Sufres porque temes perder lo que tienes, o por lo que ya
has perdido, o por lo que desesperas alcanzar. Sufres porque no tienes, o
porque sientes temor en general... He ahí los grandes enemigos del hombre: el
temor a la enfermedad, el temor a la pobreza, el temor a la muerte, el temor a
la soledad. Todos estos son sufrimientos propios de tu mente; todos ellos
delatan la violencia interna, la violencia que hay en tu mente. Fíjate que esa
violencia siempre deriva del deseo. Cuanto más violento es un hombre, más groseros
son sus deseos.
Quisiera
proponerte una historia que sucedió hace mucho tiempo.
Existió un
viajero que tuvo que hacer una larga travesía. Entonces, ató su animal a un
carro y emprendió una larga marcha hacia un largo destino y con un límite fijo
de tiempo. Al animal lo llamo “Necesidad”, al carro “Deseo”, a una rueda la
llamó “Placer” y a la otra “Dolor”. Así pues, el viajero llevaba su carro a
derecha e izquierda, pero siempre hacia su destino. Cuanto más velozmente
andaba el carro, más rápidamente se movían las ruedas del Placer y el Dolor,
conectadas como estaban por el mismo eje y transportando como estaban al carro
del Deseo. Como el viaje era muy largo, nuestro viajero se aburría. Decidió
entonces decorarlo, ornamentarlo con muchas bellezas, y así lo fue haciendo.
Pero cuanto más embelleció el carro del Deseo más pesado se hizo para la
Necesidad. De tal manera que en las curvas y en las cuestas empinadas, el pobre
animal desfallecía no pudiendo arrastrar el carro del Deseo. En los caminos
arenosos las ruedas del Placer y el Sufrimiento se incrustaban en el piso. Así,
desesperó un día el viajero porque era muy largo el camino y estaba muy lejos
su destino. Decidió meditar sobre el problema esa noche y, al hacerlo, escuchó
el relincho de su viejo amigo. Comprendiendo el mensaje, a la mañana siguiente
desbarató la ornamentación del carro, lo alivió de sus pesos y muy temprano
llevó al trote a su animal avanzando hacia su destino. No obstante, había
perdido un tiempo que ya era irrecuperable. A la noche siguiente volvió a
meditar y comprendió, por un nuevo aviso de su amigo, que tenía ahora que
acometer una tarea doblemente difícil, porque significaba su desprendimiento.
Muy de madrugada sacrificó el carro del Deseo. Es cierto que al hacerlo perdió
la rueda del Placer, pero con ella perdió también la rueda del Sufrimiento.
Montó sobre el animal de la Necesidad, sobre sus lomos, y comenzó al galope por
las verdes praderas hasta llegar a su destino.
Fíjate cómo
el deseo puede arrinconarte. Hay deseos de distinta calidad. Hay deseos más
groseros y hay deseos más elevados. ¡Eleva el deseo, supera el deseo, purifica
el deseo!, que habrás seguramente de sacrificar con eso la rueda del placer
pero también la rueda del sufrimiento.
La
violencia en el hombre, movida por los deseos, no queda solamente como
enfermedad en su conciencia, sino que actúa en el mundo de los otros hombres
ejercitándose con el resto de la gente. No creas que hablo de violencia
refiriéndome solamente al hecho armado de la guerra, en donde unos hombres
destrozan a otros hombres. Esa es una forma de violencia física. Hay una
violencia económica: la violencia económica es aquella que te hace explotar a
otro; la violencia económica se da cuando robas a otro, cuando ya no eres hermano
del otro, sino que eres ave de rapiña para tu hermano. Hay, además, una
violencia racial: ¿crees que no ejercitas la violencia cuando persigues a otro
que es de una raza diferente a la tuya, crees que no ejerces violencia cuando
lo difamas, por ser de una raza diferente a la tuya? Hay una violencia
religiosa: ¿crees que no ejercitas la violencia cuando nos das trabajo, o
cierras las puertas, o despides a alguien, por no ser de tu misma religión?
¿Crees que no es violencia cercar a aquel que no comulga con tus principios por
medio de la difamación; cercarlo en su familia, cercarlo entre su gente
querida, porque no comulga con tu religión? Hay otras formas de violencia que
son las impuestas por la moral filistea. Tú quieres imponer tu forma de vida a
otro, tú debes imponer tu vocación a otro... ¿pero quién te ha dicho que eres
un ejemplo que debe seguirse? ¿Quién te ha dicho que puedes imponer una forma
de vida porque a ti te place? ¿Dónde está el molde y dónde está el tipo para
que tú lo impongas?... He aquí otra forma de violencia. Únicamente puedes
acabar con la violencia en ti y en los demás y en el mundo que te rodea, por la
fe interna y la meditación interna. No hay falsas puertas para acabar con la
violencia. ¡Este mundo está por estallar y no hay forma de acabar con la
violencia! ¡No busques falsas puertas!. No hay política que pueda solucionar
este afán de violencia enloquecido. No hay partido ni movimiento en el planeta
que pueda acabar con la violencia. No hay falsas salidas para la violencia en el
mundo... Me dicen que la gente joven en distintas latitudes está buscando
falsas puertas para salir de la violencia y el sufrimiento interno. Busca la
droga como solución. No busques falsas puertas para acabar con la violencia.
Hermano
mío: cumple con mandatos simples, como son simples estas piedras y esta nieve y
este sol que nos bendice. Lleva la paz en ti y llévala a los demás. Hermano
mío: allá en la historia está el ser humano mostrando el rostro del
sufrimiento, mira ese rostro del sufrimiento... pero recuerda que es necesario
seguir adelante y que es necesario aprender a reír y que es necesario aprender
a amar.
A ti,
hermano mío, arrojo esta esperanza, esta esperanza de alegría, esta esperanza
de amor para que eleves tu corazón y eleves tu espíritu, y para que no olvides
elevar tu cuerpo.
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